Un pez se posa en mi frente. Mi siniestra absorbe las energías elementales del oeste y, mientras tanto, la diestra mueve plácidamente las brisas que llenan mis pulmones. Los pies conjuran al norte y al sur, quemándose, arraigándose para configurar mi ser espiritual. Ese pez se introduce en mi inconciente, para expandir mi conciencia a planos de realidades diferentes.
así solo en una noche de luna vieja (sabia)........
4 comentarios:
Què lindo el texto, tù. Hata me dieron ganas de brujear!
Còmo va todo por alla?
Un abrazo
Clau
Super lindas palabras, senti algo muy extraño al leerlas, senti algo asi como que me fuese a dividir y recorrer otras dimensiones...
Cosas que pasan =)
gracias por todo
me sabe como a pescado fritoo!!!
jajjaja me han dicho que mi humor es muy dada!! siiiii!!!
Yo en aquél asiento, en un cerro por ahí. repito mil veces el llamado a los vientos, algo que tiempo atrás escuche y me encantó la sensación de invocación. Lo repetí tres veces, quizá cuatro. Aprieto mi mano contra la suya, y lo sello con un beso.
No es lo mismo a lo tuyo, pero me gusto pensar que dio resultado.
Abrazo.
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